Por aquí siempre ha habido Cortijos, casonas enormes donde se unían vivienda y trabajo, anexos a los terrenos de siembra. Algunos albergaban varias familias: en el que vivían mis abuelos podía haber unas 50 o 60 personas de las que salían parejas nuevas que al ir casándose ya dejaban el cortijo para venirse al pueblo, como hicieron ellos. Para dar de comer a esta cantidad de gente, teniendo en cuenta que no había frigoríficos la ciencia popular dió con este tipo de platos en que la carne se conservaba en grasa, en unos recipientes de barro llamados orzas, y, puedo dar fé de que se conserva perfectamente bastante tiempo.
Ahora los cortijos remodelados cuentan con todos los adelantos de cualquier casa y no se encuentra una orza de barro a no ser que se visite un mercadillo dónde vendan artesania antigua, una pena. Yo no tengo dicho recipiente, pero, si el lomo, la manteca y mi thermomix para darle un aire nuevo a un plato que por aquí se ha comido siempre.
Este es un plato que le dedico a mis abuelos con mucho cariño, a los que están y a los que por desgracia ya no están con nosotros, a ellos por apañarse sin adelantos en la época tan dura que les tocó vivir.

4) Servir caliente o frío.


Notas:


- Yo he hecho el doble de la receta porque con los ingredientes de ésta me parecía poco, es decir he hecho 1 kilo de carne en unos 40 minutos perfecta.
- Con pan tostado queda rica, rica. Espero que os guste.