Siempre me sorprendo de que a pesar de hacer bastantes tartas no tengo apenas en el blog, la razón es simple: siempre son para regalo o para llevar, en casa nos gusta el dulce lo justo, bueno, al minichef si, pero, claro un tartón de estas dimensiones para tan poca gente acabas de tarta hasta el gorro, y a mi que me gusta probar cosas diferentes continuamente pues lo recomendable, y que es lo que hago normalmente, es regalar la mayor parte, y mi papi sobretodo encantado  jejejejje.
 
En mi familia no somos de fondant, no nos gusta nada de nada, y cuando tengo algún cumple de sobrinos o de mis niños, la verdad es que por muy vistosas que sean casi nunca son las elegidas, preferimos tartas más sencillas y más de andar por casa. Tenía turrón de esta navidad dando vueltas por la despensa y buscando recetas para darle salida me encontré con esta idea que ha sido un éxito, queda suave, cremosa, con un rico sabor a turrón que ha entusiamado tanto a grandes como a pequeños, mi único cambio ha sido la base de galleta que yo he puesto pionono, un tipo de bracito de gitano muy borracho en almíbar relleno de crema, ah , y que no he puesto crocanti porque al ser para niños me pareció mejor espolvorear con cacao.
 
Las fotos a la carrera un rato antes de salir para el cumple así que ni foto del corte ni nada, pero, igualmente, os la recomiendo sin dudar porque está deliciosa y gana de un día para otro porque cuanto más cuajada y fría aún más rica.
 
Fotos y redacción: Carmela
Fuente: Mis thermorecetas